viernes, 5 de abril de 2013

LEJOS TRINOS



Ya no habrá más amaneceres de cara al monte
ni más noches de estrellas sobre sus copas blancas
Ya no, ya no míos los destellos nacarados
de ese sol naciendo en cordillera.

Nuestras aves emprenden viaje 
enamoradas de la primavera;
se marchan desprendidas de todo,
vuelan a remotos sitios
y anidarán los nuevos jacarandaes.
Vestidas sus ramas de violeta
los trinos de temprano
y las volteretas saludando el día.

En los ojos llevo reflejada esa nostalgia
un jardín entumecido de infortunios
y calles que se esfuman a mi vista
desapareciendo bajo el andar.

Ya no habrá más atardeceres al sol de esos trinos;
sólo el recuerdo de este árbol solitario
elevándose hacia el cielo
en una silenciosa plegaria que no sirve


Agatha M. Seixas.

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